Un testigo de Jehová se sienta junto a un andaluz en un vuelo Sevilla-Madrid.
Cuando el avión ha despegado empiezan a repartir bebidas a los pasajeros.
El andaluz pide un whisky.
La azafata pregunta al testigo de Jehová si quiere beber algo.
Contesta el testigo de Jehová con mal tono: " Prefiero ser raptado y violado
salvajemente por una docena de putas de Babilonia antes que una gota de
alcohol toque mis labios."
El andaluz le devuelve el whisky a la azafata y dice:
"Yo también. No sabía que se pudiera elegir."
|