Pues yo no pongo ajo en la tortilla de patatas, creo que tiene que amargar... La cebolla no la corto, la rallo, para que no se encuentre nada a la hora de comer la tortilla. Además, frío por separado la cebolla y las patatas, para que queden en su punto. Después escurro bien el aceite de las patatas y de la cebolla, con papel de cocina. Un par de secretitos de la abuela: dos o tres gotitas de limón después de batir el huevo dan un sabor espectacular; si dejas reposar el huevo con las patatas un minutito o dos antes de hacer la tortilla, se queda como las de los bares, con esos agujeritos, y la última, si utilizas una sartén más pequeña y profunda, te queda una hermosa tortilla gruesa. También dejo que se haga bien hecha, a fuego lento al final y pinchando con un tenedor o un palillo hasta comprobar que ha cuajado bien. ¡Qué ganas de comerme una tortilla de patatas!