Queli
September 11, 2012, 03:57 PM
Estaría muy contenta de recibir algunas sugerencias o correciones. ¡Gracias!
Mirando atrás
El refrán que todo cambió el once de septiembre es un tópico, pero al mismo tiempo es válido. O, mejor dicho, la verdad es que nosotros los estadounidenses cambiamos nuestra manera de pensar, de escuchar, de vivir. Después de aquel día, piezas de información que antes me parecían irrelevantes y de las cuales había olvidado de repente regresaron a mi mente con fuerza, como pistas que dejé pasar pero que ahora se habían hecho importantes.
Al Jazeera . . . la estación de televisión que nadie en los Estados Unidos conocía. ¿O sí? Me acordé de una visita con una amiga a una tienda árabe, cuyo dueño miraba una televisión pequeña en el mostrador. “Qué miré?” le pregunté, curiosa. “Es Al Jazeera,” respondió. “Lo recibimos vía satélite.”
El Talibán . . . incluso quienes conocían algo de ello—que no fueron muchos— nunca nos habíamos dado cuenta de la brutalidad de su régimen, ¿no era así? No totalmente. He recibido varios mensajes de e-mail de grupos feministas que notaron su tratamiento de mujeres y pidieron que nuestro gobierno adoptara una posición.
Desde luego, no podíamos entender la importancia entera de estos indicios, pero sí deberíamos hacer caso a cosas en el mundo que le importaban a otra gente y que afectaban a otras países. Ahora nuestros ojos son más abiertos, pero antes preferíamos dejarlos cerrados. Y como dice el dicho, no hay nadie más ciego que el que no quiere ver.
Mirando atrás
El refrán que todo cambió el once de septiembre es un tópico, pero al mismo tiempo es válido. O, mejor dicho, la verdad es que nosotros los estadounidenses cambiamos nuestra manera de pensar, de escuchar, de vivir. Después de aquel día, piezas de información que antes me parecían irrelevantes y de las cuales había olvidado de repente regresaron a mi mente con fuerza, como pistas que dejé pasar pero que ahora se habían hecho importantes.
Al Jazeera . . . la estación de televisión que nadie en los Estados Unidos conocía. ¿O sí? Me acordé de una visita con una amiga a una tienda árabe, cuyo dueño miraba una televisión pequeña en el mostrador. “Qué miré?” le pregunté, curiosa. “Es Al Jazeera,” respondió. “Lo recibimos vía satélite.”
El Talibán . . . incluso quienes conocían algo de ello—que no fueron muchos— nunca nos habíamos dado cuenta de la brutalidad de su régimen, ¿no era así? No totalmente. He recibido varios mensajes de e-mail de grupos feministas que notaron su tratamiento de mujeres y pidieron que nuestro gobierno adoptara una posición.
Desde luego, no podíamos entender la importancia entera de estos indicios, pero sí deberíamos hacer caso a cosas en el mundo que le importaban a otra gente y que afectaban a otras países. Ahora nuestros ojos son más abiertos, pero antes preferíamos dejarlos cerrados. Y como dice el dicho, no hay nadie más ciego que el que no quiere ver.